Sofía

Sofía es uno de los asentamientos más antiguos en Europa. Más de 7000 años, ha sido un lugar de encuentro de las cuatro direcciones del mundo.  Atraído por las aguas termales calientes, en el siglo VIII A.C. se estableció la tribu tracia Serdi, que le dio su primer nombre a la ciudad: Sérdica o Serdonpolis. En el siglo I D.C. Sérdica fue conquistada por los romanos, y la convirtieron en una ciudad próspera. Desde el siglo VI a.C., la ciudad renace como un centro importante administrativo y económico  del Imperio Bizantino. Tras la invasión de los búlgaros en el 809, la ciudad fue conocida como Sredets y en 1376 se cambió el nombre por el de Sofía. En 1382 fue conquistada por los otomanos y se convirtió en la capital de la provincia turca. Por aquel entonces, se describía como un lugar con particular encanto, que ganaba la admiración de todos sus conquistadores. Hoy en día Sofía es una ciudad moderna y ocupada y también es el centro comercial, económico y cultural del país. Una ventaja es su centro compacto que permite visitar los lugares de interés más importantes a pie. Los más destacados son la Catedral de St. Alejandro de Nevski, la basílica Santa Sofía, la rotunda de Santo Jorge, construida por los romanos en el siglo IV y considerada como el edificio más antiguo en la capital. Otros son la Iglesia Rusa, la mezquita Banya Bashi, las ruinas romanas de la antigua Sérdica, los edificios del Parlamento, la Universidad de Sofía, la Biblioteca Nacional, el monumento del Libertador, el Museo Nacional de Arqueología, la Galería Nacional de Arte etc.
El bulevar popular "Vitosha" es uno de los lugares favoritos para los visitantes y residentes de la capital. Aquí se sitúan las tiendas de marcas internacionales, y su estado de zona peatonal lo convierte en un lugar agradable para pasear y relajarse. Las posibilidades de hacer compras en la ciudad son múltiples: en Sofía es el foco de los mayores centros comerciales de los Balcanes.